Elefante – características, qué comen, tipos, peso, tamaño, embarazo

El elefante

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Características del elefante

El elefante se caracteriza por ser el animal mamífero terrestre más grande del planeta. El tener tan gran tamaño los ayuda de dos maneras: les permite llegar muy alto en los árboles cuando buscan comida- y dificulta el ataque de depredadores como los leones, los tigres o los perros salvajes.

Lo primero que destaca de su anatomía son tres cosas: la larga trompa, dos grandes colmillos superiores y unas orejas muy grandes. Más abajo te facilitamos información detallada sobre ellos.

Los elefantes alcanzan una velocidad de marcha de unos 6 km/h y cuando carga contra un enemigo o huye puede llegar a los 40 km/h. Es incapaz de galopar o de saltar, pero en cambio, sorprendentemente es un excelente nadador.

Para que te hagas un idea del tamaño de estos elefántidos, debes saber que un hígado de elefante pesa 36 kilos y su intestino mide más de 36 metros. Su cerebro puede alcanzar los 5 kg de peso. Pueden tener más de 500 litros de sangre en el cuerpo y su enorme corazón late a 30 pulsaciones en reposo.

El elefante produce una variada gama de sonidos para expresar emociones. El más conocido es el barrito, que hace cuando está asustado. También utiliza infrasonidos, lo cual le permite comunicarse con individuos situados a varios kilómetros de distancia. En este breve vídeo lo puedes escuchar:

Estos sonidos se transmiten, además de por el aire, a través del terreno, pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal. Este desfase en la recepción del sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentra su congénere. Además, son capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes.

Tienen una mala visión: sus ojos están a los lados de la cabeza y no puedan distinguir con claridad cosas pequeñas que se muevan delante de ellos, por lo que no soportan las sorpresas o los movimientos bruscos.

Trompa del elefante

El rasgo más asombroso del elefante es su trompa. Si te imaginas con la punta de la nariz y el labio superior estirándose cada vez más hasta quedar lejos de tu cara, te harás una idea de cómo se formó la trompa del elefante hace millones de años.

A medida que este animal evolucionaba, fue fortaleciéndose. Actualmente contiene nada menos que 100.000 músculos, y el elefante usa su trompa de muchas maneras distintas. Vamos a ver para qué sirve la trompa del elefante:

1. Su principal función consiste en extenderse y coger la hierba, las hojas, brotes, tallos y frutas con los que el animal se alimenta. El extremo de la trompa se enrosca alrededor del manjar, lo sujeta bien, lo arranca y se lo lleva a la boca abierta. Repite incansablemente esa acción, una y otra vez, día tras día. Para el elefante, la comida ocupa por lo menos 18 de cada 24 horas.
2. También usa la trompa para beber. El animal sorbe con ella unos siete litros de agua, cierra la punta y la lleva a la boca. Allí vierte el líquido a chorros directamente en su garganta. Si hay abundancia de agua, un elefante adulto bebe entre 135 y 225 litros de agua al día.
3. Si hay escasez, usa la trompa para husmear el suelo en busca de agua subterránea. Si encuentra algún lugar prometedor, el animal cava con sus enormes colmillos hasta hacer un agujero suficientemente profundo para extraer un poco de líquido.
4. También usa la trompa durante el baño. Los elefantes tienen que mantener su piel de 2 centímetros de grosor en buenas condiciones y les gusta bañarse cada día. Cuando lo hacen, se vierten el agua a chorros sobre el lomo. Si hace mucho calor, esto también les sirve para refrescarse.
5. Si se revuelcan en un barrizal, usan la trompa para rociarse lodo líquido sobre la piel. El lodo se seca como una mascarilla y ayuda a eliminar parásitos y a proteger la superficie cutánea del animal. Si el suelo está muy seco, la trompa sirve para esparcirse polvo por encima en las sesiones de baño de tierra.
6. Curiosamente, los elefantes son buenos nadadores y, cuando están en aguas profundas, usan sus trompas como tubos de respiración, manteniéndolas erguidas. También las levantan cuando se encuentran en tierra firme y huelen algo interesante. Girando aquí y allí la punta de la trompa, pueden saber con rapidez de dónde viene el olor. Si implica peligro, pueden reaccionar antes de que la amenaza esté demasiado cerca.
7. Dado que la trompa es una supernariz, los elefantes la usan para husmear todo lo que tocan, enterándose así de muchas cosas acerca del objeto en cuestión. Es fascinante ver una bestia tan formidable oliendo delicadamente una florecilla o pasando suavemente el extremo de la trompa por la cara de uno de sus compañeros.
8. Con la trompa acaricia otros elefantes durante el cortejo y cuando los amigos se saludan. Las madres pueden examinar sus pequeños palpándolos con la sensible punta de su trompa. A veces, los elefantes rivales forcejean con sus trompas cuando luchan.
9. Guando están asustados, los elefantes usan la trompa como trompeta. Guando gritan por sus largas “narices”, los tubos huecos de su interior la convierten en un instrumento de viento, produciendo un sonido llamado barrito.

Así, la trompa del elefante es a la vez una delicada nariz, un labio sensible, una mano firme, un brazo fuerte, una poderosa manguera, un tubo de respiración y una sonora trompeta. Es uno de los órganos más extraordinarios del mundo animal.

Colmillos del elefante

Los colmillos, que también sirven para arrancar la corteza de los árboles, son dos dientes incisivos superiores que han ido creciendo, cada vez más gruesos y largos, hasta convertirse en imponentes instrumentos con los que alimentarse y luchar.

El colmillo de un elefante mide entre 1,5 y 2 metros de largo (60-80 pulgadas). Pero el colmillo más grande que se haya visto nunca medía casi tres metros y medio, pero hay pocos de este tamaño. Aproximadamente un cuarto del colmillo está escondido dentro de su cráneo. Crecen cada año unos 15 centímetros aproximadamente (6 pulgadas) para contrarrestar el desgaste.

Los colmillos de los elefantes pueden pesar hasta 120 kg (265 libras). Guando el elefante trata de mover un objeto pesado, como un tronco, combina el uso de los colmillos y la trompa, actuando como una potente máquina escavadora.

Además, este paquidermo tienen cuatro muelas grandes (4 molares), dos en la mandíbula superior y dos en la inferior con orillas afiladas que sirven para masticar las plantas duras. Los cambia 6 veces a lo largo de su vida, hasta los 60 o 70 años, momento en el que el elefante muere por ser incapaz de triturar el alimento suficiente para sobrevivir.

Orejas del elefante

Poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas (pasan muchas venas por las orejas) permiten un correcto enfriamiento de la sangre.

Las grandes orejas también lo ayudan a mantenerse fresco en el clima cálido. Puede moverlas como un abanico hacia adelante y hacia atrás para refrescarse. Percibiendo el peligro, un joven elefante macho ataca a un enemigo o rival. Las orejas se extienden hacia los lados para hacer que el elefante se vea aún más grande y temible a ojos de su rival.

Patas del elefante

El enorme volumen del cuerpo de un elefante necesita mucho apoyo que le es proporcionado por las cuatro piernas con aspecto de pilares, con huesos gruesos y fuertes. Las patas son anchas y redondas y soportan el peso del elefante y lo distribuyen permitiendo que el elefante se mueva silenciosamente casi sin dejar rastros.

Tanto el elefante africano como el elefante asiático tienen cinco uñas en las patas delanteras. Pero en las patas traseras el que habita en África tiene solo tres uñas y el que vive en Asía tiene cuatro.

Qué comen los elefantes

Seguramente te preguntarás, con tan enormes dimensiones, ¿qué come un elefante? Pues bien, te sorprenderá saber que el elefante es herbívoro. La dieta está constituida principalmente por tallos, hojas, pasto, hierbas fibrosas, frutos, ramas, cortezas, bulbos, raíces y madera. Durante la estación de las lluvias, los elefantes se alimentan de los brotes del pasto, en cambio durante la época seca comen ramas y tallos.

Al ser alimentos de valor energético bajo, se ven obligados a triturar y a masticar grandes cantidades de comida al día. Un elefante adulto come 225 kg. de materia vegetal al día. Y respecto al agua, beben hasta 190 litros de agua por día.

En los bosques el paso de los elefantes queda marcado por un sendero de vegetación abatida, pisoteada o devorada con cuidado. Cuando se desplazan aprovechan su marcha para hacer provisiones, puesto que necesitan varias decenas de kilos de verdura al día para alimentarse.

Por eso arrancan las hojas y las ramas con la trompa, excavan las raíces con las pezuñas y si encuentran un árbol cargado de fruta un poco demasiado alto se apoyan sobre el tronco, lo empujan y lo derriban para comer los frutos con tranquilidad.

Cuánto pesa un elefante

Cómo te hemos comentado anteriormente, los elefantes son los animales terrestres de mayor tamaño que existe en la actualidad. Si te estás preguntado cuánto pesa un elefante, la respuesta es:

• Un elefante africano macho adulto puede llegar a pesar 7.500 kg (16.500 libras).
• Un elefante asiático macho adulto puede llegar a pesar 5.000 kg (11.000 libras).
• Un elefante recién nacido puede pesar cerca de 100 kg (220 libras).

Cuánto mide un elefante

Para responder a la pregunta de cuánto mide un elefante, debemos separarlos en las dos especies que existen:

• Cuánto mide el elefante africano: tiene una altura promedio de 3,3 metros (11 pies), pero no es extraño que un macho adulto puede llegar a medir 4 metros de altura (13 pies). En cuanto a su longitud, puede variar entre 5,5 y 6,5 metros.
• Cuánto mide el elefante asiático: tiene una altura promedio de 2,5 metros (8 pies), pero pueden alcanzar los 3 metros (10 pies), y una longitud entre 4,5 y 5,5 metros.
• Cuánto mide un elefante recién nacido: es muy variable, pero por norma general no suelen sobrepasar el 1 de altura, ni el metro y medio de longitud.

Cuánto viven los elefantes

La esperanza de vida media de un elefante es de entre 60 o 70 años. Pero en estado salvaje es muy raro que alcancen esta edad. Sí que lo hacen aquellos ejemplares que hayan sido bien cuidados en zoológicos o recintos similares.

Esto es debido a que éstos últimos tienen una mejor alimentación y reciben atenciones y cuidados veterinarios. Un entorno salvaje es más agresivo con los seres vivos y acorta su promedio de vida.

Hay una romántica historia que dice que, cuando están a punto de morir, los elefantes se retiran a un lugar especial y sagrado conocido como “cementerio de elefantes”. La leyenda empezó porque alguna vez los exploradores pasaron por sitios en que yacían grandes cantidades de huesos de elefantes en el suelo.

La verdad acerca de esos cementerios, la triste verdad, es que se trataba de lugares en que los cazadores humanos perpetraban matanzas de manadas enteras y dejaban los cuerpos pudrirse. La cruda realidad es que, cuando un elefante muere, se queda dondequiera que caiga.

Dónde viven los elefantes

Respecto al hábitat del elefante, se le encuentra en pastizales, selvas, sabanas, bosques, marismas e incluso zonas semidesérticas. Pero para ser más precisos, debemos separar las dos especies:

1. El elefante africano vive en las selvas y sabanas de África central.
2. El asiático en Asia, desde llanuras a zonas montañosas. Es domesticable y se usa para muchos trabajos en el campo.

En cuanto a la distribución geográfica del elefante, nuevamente hay que hacer dos grandes grupos:

1. A Los elefantes africanos se lo puede encontrar principalmente en áreas protegidas en países como Kenya, Camerún, Sudáfrica, República Democrática del Congo, Angola, Etiopía, Benin, Nigeria, Botswana, Eritrea, Burkina Faso, República Centroafricana, Guinea, Chad, Suazilandia, Congo, Zambia, Côte d’Ivoire, Malawi, Guinea Ecuatorial, Senegal, Gabón, Sierra Leona, Zimbabwe, Ghana, Somalia, Togo,Guinea-Bissau, Liberia, Malí, Mozambique, Namibia, Níger, Ruanda, , Sudán, Tanzania y Uganda.
2. A los elefantes asiáticos se lo puede encontrar en países como India, Sri Lanka, Bangladesh, Indochina, Indonesia, Nepal y China meridional

Es un animal que intenta adaptarse a su entorno y el lugar en donde vive y si tiene que caminar decenas de kilómetros para encontrar lo que necesita, lo hace.

Los elefantes de sabana viven en una zona de pastizales con árboles. Vuelven a caminar por las mismas huellas año tras año, en busca de comida y agua. Los adultos enseñan a sus pequeños dónde encontrar las huellas.

Tipos de elefantes

Actualmente existen dos clases o especies de elefantes: el elefante africano y el elefante asiático. A su vez existen una serie de subespecies, las cuales te indicamos a continuación junto con el nombre científico del elefante:

1. Elefantes africanos (Loxodonta)
2. Subespecie elefante africano de sabana o matorral (Loxodonta africana)
3. Subespecie elefante africano de la selva (Loxodonta cyclotis)
4. Elefantes asiáticos (Elephas maximus)
5. Elefante de Sri Lanka (Elephas maximus maxiumus)
6. Elefante de Indio (Elephas maximus indicus)
7. Elefante de Borneo (Elephas maximus borneesis)
8. Elefante de Malasia (Elephas maximus hirsutus)

Vamos a ver ahora una detalla descripción de ambos tipos de elefantes y después un resumen de las principales diferencias:

El elefante Africano

Un elefante africano macho es el mayor y más fuerte animal terrestre. Los ejemplares más viejos tienen cuatro metros de altura y pesan de 5 a 7 toneladas. Un hígado de elefante pesa 36 kilos y su intestino mide 36 metros.

La trompa está formada por cuarenta mil músculos y le sirve al elefante para hacerlo todo, como si de una mano se tratara. Coger un fruto o dar una zurra al elefantito, arrancar un brote de lo alto de un árbol o desenterrar una raíz, agarrar al vuelo a un leopardo o rociarse con agua.

Los colmillos, que le salen hacia adelante, son dos dientes que crecen exageradamente: la parte que se ve es sólo la mitad del tamaño total. En los machos mayores llegan a alcanzar dos metros y medio y pesar 70 kilos, pero por lo general las medidas son bastante más pequeñas.

Los colmillos están formados por una materia muy buscada, el marfil, razón por la cual los elefantes han sido siempre víctimas de una caza despiadada.

El paseo de los elefantes concluye junto a un estanque o a orillas de un río, donde se sumergen en el agua y se rocían con ella para librarse de los insectos que anidan entre los pliegues de su rugosa y dura piel.

Luego se echan a reposar en la sombra, durante las horas más calurosas del día, para reemprender su vagabundeo al atardecer. Las huellas que dejan sobre el húmedo terreno son agujeros de medio metro de ancho.

El elefante Asiático

En Asia existe otra clase de elefante, algo más pequeño, con orejas y colmillos mucho menores. El elefante asiático se deja domesticar y obedece a su dueño realizando muchos trabajos, como transportar cargas o personas y amontonar troncos de árboles en las serrerías.

En Asia pueden encontrarse elefantes en libertad en la India, Siam y Sumatra. Algunos ejemplares vivían también en las selvas de Indochina, antes de que la guerra destruyera la fauna de aquella desventurada región.

Los elefantes que vemos en los circos, capaces de cumplir con mansedumbre las órdenes del domador, pertenecen a la raza asiática. Su carácter es mucho más dócil que el de los elefantes africanos, de los que se diferencian también por sus menores dimensiones.

La altura de un elefante indio o elefante hindú no supera nunca los 3 metros y su peso gira alrededor de las 3 o 4 toneladas. Otras características peculiares son su frente cóncava y sus orejas más bien pequeñas.

Los elefantes se suelen utilizar en Asia para la realización de trabajos pesados en la selva. Su trompa les permite levantar o hacer girar troncos de gran tamaño.

Sin embargo, cuando se dedican a estos trabajos envejecen rápidamente y no llegan a cumplir los 50 años, mientras que su promedio de edad oscila en torno a los 70 años. Los elefantes blancos son una variedad albina del elefante asiático muy poco frecuente.

Diferencias entre elefante africano y asiático

Los elefantes asiáticos y los africanos constituyen las dos únicas clases de esta especie que quedan hoy en día. Son muy parecidos, aunque difieren en ciertos detalles:

• Los colmillos de las hembras de elefante asiático son tan pequeños que ni siquiera asoman de la boca- los de la hembra de elefante africano, aun siendo menores que los del macho, son claramente visibles a distancia.
• En el elefante africano, la trompa termina en dos prolongaciones en forma de dedos y en el asiático en sólo una.
• Los elefantes asiáticos tienen la frente abombada- la de los africanos es plana.
• El elefante asiático tiene la cabeza baja y el lomo arqueado
• el africano tiene la cabeza alta y una ligera depresión en el centro del lomo.
• Las orejas del elefante asiático son más pequeñas que las del africano, debido a que las usan para refrescar el cuerpo y los elefantes africanos sufren más por el calor que los asiáticos.
• El elefante asiático es ligeramente más pequeño que el africano y más fácil de domesticar. Los ele carga y artistas de circo. Al ser mucho más difícil de controlar, el elefante africano se ha ahorrado esas insultantes labores.
• Ambas especies tienen cinco uñas en las patas delanteras, pero en las traseras el elefante africano tiene tres y el asiático cuatro.

Cómo se reproducen y nacen los elefantes

La hembra del elefante entra en celo en cualquier época del año, por tanto no existe una estación o época reproductiva concreta. O dicho de otro modo, la época reproductiva del elefante dura todo el año.

Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los doce y catorce años. ¿Cuánto dura el embarazo de un elefante? Debes saber que la gestación de un elefante dura entre 21 y 22 meses (casi 2 años). Es el periodo de preñez más largo del mundo animal.  El periodo de lactancia dura entre los dos y los cinco años.

Solamente tiene camadas de una cría, con un peso del elefantito que oscila entre los 70  y 80 kilos, aunque puede ser hasta cerca de 100 kg. Crían cada cuatro o cinco años hasta su muerte o fin de su fertilidad, por lo que puede tener entre cinco y doce crías a lo largo de toda su vida.

Durante el tiempo que la hembra es receptiva (entre 24 y 48 horas), se pueden unir a la pareja algunos machos más. Al principio habrá peleas entre ellos, hasta que uno se imponga y se quede con la hembra. Las peleas pueden ser fuertes e incluso mortales.

Una elefanta permanece preñada durante casi dos años, el embarazo más largo del reino animal. Guando nace la cría, la madre recibe ayuda de otras hembras. Éstas actúan como comadronas, agrupándose alrededor del recién nacido, limpiándolo, ayudándolo a ponerse en pie y defendiéndolo de los peligros que acechan. Tendría que ser muy valiente el depredador que se arriesgara a aproximarse a un grupo de hembras en ese momento.

Un elefante bebé está cubierto de un fino pelaje al nacer. Tras el nacimiento de un nuevo miembro, las hembras de la manada lo tocan y lo huelen para hacerlo parte de la familia. La manada, muy unida, es dirigida por la hembra mayor y más experimentada, que ayuda a criar a todos los pequeños.

Sólo un elefante recién nacido podría ser presa de las fieras, e incluso en ese supuesto un ataque tendría pocas posibilidades de éxito dado que los elefantes adultos montan guardia contra los intrusos y protegen a sus crías de cualquier daño.

Las elefantas viven en grupos unidos y se desplazan siempre juntas. La manada está formada por varias hermanas, los pequeños y probablemente una abuela anciana. Esa abuela es la que dirige y gobierna el grupo.

Si surge el más leve peligro -un olor inhabitual o un movimiento extraño e inesperado en lontananza- ella es la que hace frente, mientras las demás forman un apretado cerco alrededor de las crías.

Como es la más grande de las hembras y muestra tanto valor al defender su pequeña manada, los cazadores de elefantes de la época victoriana pensaron que se trataba del macho. En aquella época, era tan habitual pensar en el varón como cabeza de familia que no podían creer que pudiera serlo una hembra.

Años después, cuando se empezaron a estudiar más detenidamente los elefantes salvajes, se descubrió que los machos viven solos, fuera del grupo familiar. Son incluso mayores que la hembra dominante.

En un combate, un macho grande podría vencer sin dificultad a una hembra grande y convertirse entonces en cabeza de la manada. Pero no es tan sencillo ya que, si lo intentara, las hembras se reunirían y se volverían contra él. Para las elefantas, la regla de oro es “la unión hace la fuerza”.

A los machos sólo se les permite acercarse a la manada cuando las hembras están dispuestas a aparearse. Luego, deben alejarse y reanudar su vida solitaria. Puede ocurrir que unos cuantos machos vivan juntos formando una manada, pero no suele durar mucho tiempo, y no se ayudan unos a otros como las hembras.

Después de nacer, el elefantito crece muy deprisa. Se alimenta de la leche de su madre durante más de tres años, sorbiendo el líquido no por la trompa sino por la boca. Una vez destetado, nunca volverá a tomar comida directamente de ese modo. Siempre usará la trompa para llevarse los alimentos a la boca.

Cuando cumpla alrededor de seis años, el joven elefante pesará diez veces más que cuando nació. Cuatro años después empezará a alimentarse solo. Si es hembra, tendrá una cría cada tres/cinco años hasta su muerte o hasta que sea demasiado vieja para ello. Algunos elefantes se las arreglan para vivir casi tanto como el hombre, pero la mayoría que viven en estado salvaje tendrá suerte si llega a sobrepasar la edad de 30 años.

Estructura social y comportamiento

Los elefantes son animales muy sociales que forman relaciones complejas, se unen en manadas que les dan protección frente a los depredadores. Cada unidad familiar está conducida por una hembra adulta dominante, la matriarca.

Ante una amenaza, la manada rodea a las crías para protegerlas y bien la matriarca se enfrenta al posible peligro o bien el grupo se retira formando un bloque. Varias de familias se pueden reunir y formar rebaños de 15 a 30 individuos- los miembros de los rebaños suelen estar emparentados y siempre son conducidos por la matriarca. También se pueden unir varios rebaños formar manadas de hasta mil individuos.

Los machos permanecen en la manada mientras son inmaduros, luego se separan y viven en solitario, en parejas o en grupos pequeños, aunque nunca se alejan por completo del grupo matriarcal.

Los rebaños del elefante asiático están formados por las hembras, las crías, los jóvenes inmaduros y un macho viejo (a veces, también hay un macho en los rebaños de la especie africana).

Los movimientos del grupo están determinados por la localización de la comida y del agua- en las horas más calurosas del día permanecen inmóviles, descansando a la sombra. Aprovechan las primeras horas de la mañana y la noche para comer.

Relación del elefante y el hombre

Si los cazadores hubieran hecho lo que hubieran querido, habrían destruido casi todas las especies animales de África. Pero por fortuna se establecieron numerosos parques y reservas nacionales, donde elefantes y leones, jirafas y rinocerontes, gacelas y cebras pueden vivir en libertad. Los turistas, acompañados por guías, pueden hacer fotografías sin estorbar la vida de los animales.

En el parque pueden asistir además al paso de una manada de elefantes. Los elefantes van en fila. En cabeza figura un viejo macho que se desvía del camino sólo cuando encuentra a su paso gruesos troncos.

El elefante en peligro de extinción

En los últimos tiempos han caído demasiados. En África, hace unos 25 años, había más de un millón de elefantes. Desde entonces, los cazadores furtivos han matado la mitad. Lo único que querían esos hombres era el marfil. El resto del elefante muerto era abandonado allí mismo.

Robaban los grandes colmillos curvos y los enviaban de contrabando a Extremo Oriente, donde los escultores los transformaban en lujosos adornos. Los traficantes de marfil se enriquecieron sin importarles el destino de los elefantes mientras siguiera habiendo ejemplares en África esperando la muerte.

Con el tiempo, el número de elefantes disminuyó tanto que se aprobó una prohibición mundial de la venta de marfil. Esta medida tuvo cierta eficacia, pero los cazadores furtivos más osados siguieron atacando por las noches y robando a África su mayor animal.

En el caso del elefante asiático, la matanza multitudinaria no es posible porque ya quedan muy pocos ejemplares. El último recuento demostró que había tan sólo 50.000 elefantes asiáticos en todo el continente. Sobreviven en pequeñas zonas remotas de los bosques de la India y Sri Lanka, por Indochina, Malaysia y el sur de China, hasta parte de Indonesia.

Si entre todos no lo remediamos, cuando leas estas líneas, puedes estar seguro de una cosa: habrá ya muchos menos elefantes en el mundo. Después de millones de años, por culpa el hombre, la era de estos animales gigantescos parece estar llegando a su fin. Hemos tenido mucha suerte de vivir para verlos, maravillarnos con ellos y disfrutar, de su compañía.

Vídeos de elefantes

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